Seguidores

domingo, 26 de agosto de 2012

Besos de Rubí: Capítulo 5


Capítulo 5: Llamadas telefónicas

La boca de Cassandra formo una “O” y en sus ojos brillaba la confusión.
            -¿Siena? ¿Por qué demonios debería ir contigo a Siena? –preguntó mordazmente.
            -Escucha. Solo… -comenzó Domenico tratando de explicarse.
            -¿Cómo se te ha ocurrido semejante locura? –le interrumpió ella.
            Acto seguido, Cassandra se levantó del confortable sillón y salió de allí prácticamente corriendo. En ese momento agradecía realmente el haber elegido por la mañana los tacones de menor altura que llevaba en su equipaje. Oía la voz de Domenico llamándola unos cuantos metros por detrás de ella, pero no podía, no quería detenerse. ¿A quién en su sano juicio se le ocurriría proponerle un viaje en su compañía a alguien que apenas conocía? Cassandra siguió andando, casi corriendo, sin saber muy bien hacia dónde se dirigía, manteniendo el ceño fruncido y una expresión confusa. Al cabo de unos minutos decidió que aquello no podía seguir así, andar sin control por las calles de Florencia no la llevaría a ningún lado, por lo que se detuvo y esperó deseando que algún taxi pasara por allí. La providencia, Dios o quien fuera que se encargara de aquellas cosas decidió darle una tregua por aquel día y no mucho tiempo después un brillante taxi sin pasajeros paró junto a ella.
            -Buongiorno, signorina –dijo el taxista con amabilidad.
            -Buongiorno –saludó ella a su vez y a continuación le dio el nombre de su hotel, con la esperanza de llegar allí lo antes posible.

…………………………………………………………………..

            Domenico se levantó casi al mismo tiempo que Cassandra, sacó de su cartera un billete lo más rápidamente que pudo y lo lanzó sobre la mesa, sabiendo que cubriría de sobra los dos cafés y trozos de tarta que ni siquiera habían tenido tiempo de probar. Comenzó a correr tras ella, llamándola a gritos, hasta que su propia cordura tomó el control y le hizo frenar en seco, nada ganaría montando una escena en plena calle. Tratando de normalizar su agitada respiración sacó el móvil del bolsillo de su chaqueta y marcó el número de Claudio.
            -Ve a casa y deja allí el coche, tienes el resto del día libre –dijo rápidamente y colgó sin esperar respuesta.
            Comenzó a caminar lentamente, a la velocidad de un simple paseo, hasta llegar a un parque que se encontraba no muy lejos de la pequeña cafetería dónde había visto a Cassandra salir huyendo de él. Una vez se vio solo admitió que su arrebato de invitarla a Siena con él no había sido para nada inteligente, y muchos menos de la manera que se lo había dicho. ¿Por qué demonios había dicho palabras semejantes? Ni siquiera lo pensó, tan solo le pareció una buena experiencia el viajar con ella a Siena. ¿Y qué harían una vez allí? ¿Presentarla a su familia como la empleada estrella de una empresa que buscaba tenerlo como socio? Sonaba sencillamente ridículo. Pero por otro lado, sentía que ese posible –aún quería creerlo posible- viaje traería algo bueno a su vida. Su última relación había sido un verdadero desastre. Elisabetta, cinco años de noviazgo, a tan solo dos meses de su boda y ella había salido corriendo para refugiarse en los brazos de un parisino pintor bohemio de ojos negros llamado Baptiste. Meses después de aquel suceso caviló sobre los sucesos de su vida con ella hasta llegar a la conclusión de que en todo ese tiempo ninguno de los dos había dicho un “Te amo”. En el fondo que ella huyera había sido lo mejor, lo sabía, pero no podía evitar sentirse reacio a las relaciones desde entonces.
            -Che diavolo sto pensando? –se reprendió a sí mismo en su lengua natal.
            Apenas conocía a aquella mujer, no podía estar pensando en una relación ni nada por el estilo. Se golpeó en la frente y suspiró, aquello le iba a llevar a la locura. Entonces su teléfono comenzó a sonar, sacándolo de sus extraños pensamientos.
            -¿Alice? Claro que iré a tu fiesta de cumpleaños –exclamó sonriendo.

…………………………………………………………………..

            -¿Quién demonios se cree que es? –preguntó sin esperar contestación de la persona que la escuchaba al otro lado de la línea.
            -Cassie, tranquilízate de una vez –trataba de calmarla Lorraine-. No te ha pedido huir con él para casaros en Las Vegas.
            -Te aseguro que ahora estaría detenida por intento de asesinato en caso de que me hubiera propuesto eso último –replicó ella sin atisbo de humor en su voz.
            -Cassandra Eunice Diamantidis, calma ese endemoniado temperamento tuyo –la reprendió Lorraine.
            -Lorri, jamás, óyeme esto, jamás vuelvas a llamarme por mi segundo nombre. Sabes de sobra que lo odio –dijo Cassandra irritada.
            Nunca le había gustado su segundo nombre, por mucho que fuera el de su abuela paterna, con la que estuvo algún tiempo muchos años atrás hasta su muerte.
            -Vale, lo siento –se disculpó su amiga-. Y ahora bien, ¿qué piensas hacer con el bombón italiano? –preguntó sin intención de fastidiar.
            -¡Lorraine! No pienso hacer nada –dijo remarcando es última palabra-, con ese “bombón italiano”. Fue un completo descarado preguntando algo así. Con suerte no tendré que volver a cruzar ni media palabra con él.
            -Jamás te había visto molestarte así por ningún hombre, señorita yo-odio-el-amor –comentó Lorri con retintín-. ¿No será que te gusta ese florentino guaperas?
            -Jamás –soltó ella con furia.
            -Cuanto más lo niegues, más convencida estaré de que es así. Tu actitud siempre es la indiferencia hacia todo lo relacionado con el género masculino.
            Cassandra guardó silencio. Sabía que en esto último su amiga no estaba equivocada, no podía negarlo. Se había encontrado en situaciones algo escabrosas con algunos hombres que mostraban una excesiva atención sobre su persona, y siempre había mantenido la calma y una total indiferencia ante todo. Pero no, no y no se sentía atraída hacia ese estúpido italiano con exceso de confianza. No iba a negar que fuera apuesto, y claro que podía atraerla físicamente, no era estúpida, y por mucho que se alejara de los hombres en lo tocante a relaciones formales no era una santa que se había mantenido a millas de cualquiera del género masculino.
            -¿Cassie? ¿Sigues ahí? –preguntó Lorraine interrumpiendo sus pensamientos.
            -Sí, Lorri, sigo aquí.
            -Sabes que te gusta, no sé por que te molestas en negarlo. No es ningún pecado que rompas esa estúpida norma de no-enamorarse-jamás que tú misma te has impuesto –dijo su amiga tratando de sonar comprensiva.
            -Lorri, no quiero seguir hablando de esto –la voz de Cassandra sonaba ya rendida-. Te llamo mañana.
            -Hasta mañana, refunfuñona –se despidió Lorraine tratando de aligerar un poco la intensidad de la conversación-. Sabes que te quiero.
            -Lo sé, yo también te quiero –asintió ella con una pequeña sonrisa entre los labios-. Ciao.
            Cuando colgó el teléfono un sabor amargo le recorría la boca. Lorraine solía tener razón en todo a lo que Cassandra refería, y ella lo sabía, pero esta vez no era así, Domenico estaba absolutamente descartado para cualquier relación que se saliera de lo profesional. Puede que le agradara, tampoco iba a tacharlo de despreciable, pero todo quedaría en un simple agrado, por mucho que su amiga insistiera en ver cosas donde no las había.
Tratando de olvidar por un rato el asunto se dirigió al baño, deshaciéndose de su ropa según caminaba hacia allí. Una enorme bañera de hidromasaje repleta de agua con espuma que desprendía un delicioso vapor con olor a jazmín le esperaba al fondo del cuarto. Se introdujo lentamente hasta quedar cubierta hasta el cuello por la espuma, cerró los ojos y trató de dejar su mente en blanco. Pero lo relajante de la situación no duró mucho, pues su móvil comenzó a sonar, ante lo que ella soltó un bufido de resignación.
            -Creo que estoy empezando a odiar estos cacharros infernales –dijo con enfado antes de descolgar-. ¿Diga?
            -¿Cassandra? Soy Charles, Tyler y la mayor parte de la junta están aquí conmigo –le comunicó él con voz seria.
            -Buenas tardes a todos –saludó ella cortésmente.
            -Querida Cassandra –ella reconoció la voz de Tyler-, creo recordar que tu trabajo era mantener, por todos los medios, a Di Genaro interesado en nuestra empresa.
            -¡Y lo está! –medio gritó ella sorprendida-. Prometió acordar una reunión en cuanto volviera de Siena. Todavía tenía que comentaros esto último, pero solo aplazó la reunión, no la canceló
            -¿Podrías explicarnos entonces por qué hemos recibido una llamada de su secretaria hacia apena media hora diciéndonos que “el señor Di Genaro no está del todo convencido con esa reunión”? –preguntó otra voz a la que ella no fue capaz de poner nombre.
            -¿Cómo? Ese maldito va a enterarse de quien es Cassandra Diamantidis –espetó con furia-. Llamaré más tarde –y sin esperar contestación, colgó.
            No podía creerlo. ¿Por qué diablos había cancelado esa reunión? Si todo se debía a su negativa de acompañarlo a Siena, entonces había sido verdaderamente rastrero. Su teléfono sonó de nuevo.
            -¡Maldita sea, Charles! He dicho que lo solucionaré. No me presionéis más –dijo toscamente sin mirar el identificador de llamadas.
            -¡Cassandra! –la reprendió una voz femenina.
            -¿Mamá? ¡Oh! Lo siento mucho, pensaba que llamaban de la empresa –dijo algo más relajada.
            -¿Qué ocurre, cielo? –preguntó su madre con preocupación.
            -Es largo de contar, mamá. Llevo toda la tarde hablando por teléfono, ¿no puedo llamarte más tarde?
            -Cassandra... –dijo en tono de advertencia.
            -Está bien –se resignó Cassandra.
            Durante unos largos minutos le contó a su madre todo de principio a fin, desde el instante en que se encontró con Domenico en el avión hasta lo ocurrido unas horas atrás.
            -Siempre he dicho que no confíes fácilmente en los hombres Cassandra, pero eso no implica desconfiar del todo de todos ellos en todo momento y situación –dijo su madre con paciencia-. Creo que fue descarado por su parte invitarte de esa manera, pero también creo que eres terriblemente temperamental y no hay quien maneje tu carácter, ni tan siquiera tú misma sabes controlarlo, y luego te arrepientes de actuar impulsivamente. No trates de negarlo, sabes que es cierto –añadió rápidamente.
            -Lo sé, mamá. Sé que lo soy –admitió ella-. Pero esta vez no es sobre mi temperamento. Estoy convencida de que trata de manipularme para que vaya con él a Siena, sino ¿por qué su secretaria diría que no está seguro acerca de la reunión?
            -No lo sé, querida. Puede que lo mejor sea hablar con él, ¿no crees?
            -Sí, seguramente sería lo mejor –aceptó Cassandra-. Pero dejemos esto, estoy cansada de darle vueltas una y otra vez al mismo tema. Lo solucionaré tarde o temprano –dijo tratando de dar por finalizada la conversación.
            -Está bien, cielo –le consintió su madre-. ¿Has hablado con tu padre últimamente?
            -No, hace mucho que no sé de él ni de su querida familia –contestó Cassandra con desagrado.
            -Cassandra –dijo su madre con reproche en la voz-. Damaris es una mujer realmente agradable, por mucho que trates de odiarla. Ella no tiene culpa de nada, ni tampoco Ciro o Dafne.
            Damaris era la segunda esposa de su padre, con la que ya llevaba 14 años casado. Ciro, de 19 años, era hijo del primer matrimonio de Damaris,  mientras que Dafne, de 13 años de edad, era hija de Leandro y Damaris. Cassandra no negaba que adoraba a su hermana pequeña, pero no podía decir lo mismo de su para-nada-querido hermanastro. Ciro era arrogante, superficial y para nada del agrado de Cassandra, pero nada podía hacer para remediar eso. Damaris era una mujer alegre, de largo cabello rubio y ojos color almendra, que dedicaba la mayor parte de su tiempo a preparar dulces en la cocina de su pequeña tienda en una isla griega llamada Corfú. En el fondo, sabía que no podía tener nada en contra de esa mujer, pues nada había tenido que ver con la brusca separación de sus padres, pero no podía evitar el no apreciarla del todo.
            -Olvídalo. ¿Qué tal los gemelos? Hace ya tanto que no les veo –suspiró con pesadez.
            Por otro lado, Cassandra tenía dos revoltosos hermanos gemelos, Tomás y Lucas, hijos del segundo matrimonio de su madre con el siempre jovial Mateo. Los hermanos tenían tan solo 11 años, y difícilmente conocía ella niños más traviesos que esos dos. Pero, a pesar de todo, los quería, al igual que a su padrastro.
            -Como siempre, cielo. Armando jaleo cada vez que ven una oportunidad. No sé qué haré con estos chicos si no mejoran su comportamiento –dijo suspirando su madre.
            -Siempre puedes mandarlos a Manhattan conmigo. Es indudable el hecho de que se comportan mejor cuando estoy con ellos –bromeó ella.
            -Mira, puede que te tome la palabra –se carcajeó.
            -Sabes que adoro hablar contigo, pero tengo que arreglar… cosas.
            -Lo sé. Arregla todo cuanto antes y deja de lado el estrés. Quizá, después de todo, no te vendrían mal unas pequeñas vacaciones en Siena –rio su madre.
            -¡Mamá! –le reprendió ella.
            -Está bien, está bien. Adiós, cielo –se despidió.
            -Adiós –dijo Cassandra de vuelta.
            Un suspiro pesaroso escapó de entre sus labios. Era hora de llamar a Domenico y pedir explicaciones. Aunque nadie había siquiera sugerido algo así, sentía que gran parte de su trabajo dependía de aquello.

…………………………………………………………………..

            -¿Diga? –descolgó Domenico el teléfono.
            -¿Quién demonios crees que eres? –gritó Cassandra desde el otro lado del teléfono.
            -Buenas tardes, Cassandra. Se te ve tranquila –dijo irónicamente, lo que provocó que ella casi bufara de exasperación.
            -¿Cómo se te ocurre decir que tal vez ya no estés interesado en lo de la reunión? –preguntó ella realmente enfadada-. Mis jefes se me han echado encima. Estoy segura de que…
            -Espera, espera –la detuvo él totalmente confundido, saliendo de la cocina, donde estaba preparado la cena-. Yo no he dicho a nadie que ya no esté interesado en la reunión.
            -Claro, ¿pretendes que me crea eso? Entonces tu secretaria llamó por su cuenta y les contó una mentira a mis jefes, ¿no? –dijo ella con sorna-. Todo tiene mucho sentido, sí señor.
            -Cassandra –trató de llamar su atención él con voz seria-. Te prometo que no se absolutamente nada de esa llamada. Lo juro.
            -No trates de engañarme –aconsejó ella con voz más calmada.
            -No lo hago, te lo prometo –aseguró él solemnemente-. Pero creo que se quien tiene la culpa de todo esto.
            -¿Quién? –preguntó Cassandr intrigada.
            -Mandaré a Claudio a recogerte al hotel. Y por favor, no discutas –añadió rápidamente al adivinar las intenciones de ella-. Solucionaremos esto.
            -Está bien –aceptó ella-. Hasta luego.
            -Hasta ahora –se despidió él, y colgó.
            Claro que tenía una idea de quien podría haber prácticamente cancelado esa reunión. Ese pequeño terremoto rubio de 22 años no sabía no meterse en asuntos ajenos. Cogió de nuevo su móvil y llamó al primer número de su agenda.
            -¿Se puede saber que diablos has hecho, Alice?

miércoles, 22 de agosto de 2012

Confesiones de Georgia Nicolson



Muy buenas bloggeros y bloggeras!!♥

Siguiendo un poco en la linea de recomendaciones que empecé con October Breezes y demás, hoy me he dicho, ¡vamos a contar a la maravillosa gentecilla de estas páginas que es lo que estoy leyendo ahora! Así que allá voy:


Bueno, aquí están las portadas de los 7 primeros libros de la saga Confesiones de Georgia Nicolson. Os dejo solo la sinopsis del primer libro, que si no con las demás se desvelan cositas jaja

Sinopsis:

Su nariz es demasiado grande. La escuela es un rollo.
Sus padres están más tontos que nunca. Su hermanita pequeña moja la cama. Y, por si fuera poco, su gato ataca a todos los animales del vecindario. Georgia está rodeada de gente, pero muchas veces se siente muy sola.

Te presentamos las confesiones de Georgia Nicolson, un diario delirante que podrías haber escrito tú misma

Después de acudir a una fiesta de disfraces vestida de aceituna rellena, un suceso memorable que sus amigas no dudan en recordar a carcajada limpia, Georgia se considera carne de cañón para la soltería, sobre todo después de afeitarse las cejas sin quererlo. «A no ser que un chico guapísimo se pierda, venga a parar a esta calle y consiga subir por las escaleras hasta mi habitación con los ojos vendados, seguiré encerrada para siempre entre estas cuatro paredes.»

Sin embargo, la aparición en escena del chico ideal, el dios Sexy, deja babeando a nuestra protagonista, que decide seguir un curso acelerado de besos con la esperanza oculta de ponerlo en práctica con él. Pero antes tendrá que luchar a brazo partido contra sus competidoras más directas, y mientras tanto, no podrá evitar pasárselo en grande.


Sin duda es de los libros más graciosos que me he leído nunca. Básicamente, son los diarios de Georgia Nicolson, una adolescente que, como dice la sinopsis, está algo acomplejada por el tamaño de su nariz, pero es alocada como la que más y se mete en bastantes problemas en la escuela por andar haciendo el tonto. Los amoríos y desamoríos de Georgia son un punto bastante central a lo largo de todos los libros, y la aparición del DS (Dios Sexy, como llama ella a Robbie) la descoloca hasta niveles de casi locura. Por ahí tenemos a Jas, su mejor amiga, con la que se mete a más no poder, según mi opinión. Lo cierto es que Jas es bastante pesada y aburrida y dan ganas de mandarla callar, pero la poca sutileza con la que lo hace Gee (Georgia) te hace pensar: "me habla así y la abofeteo" jaja Por tonto que parezca, también tienes las risas aseguradas con el gato loco de Gee, Angus. Un gato así debe ser una locura absoluta, y no quiero decir nada más porque no, no y no haré spoiler, pero también en uno de los libros tiene su aventurilla amorosa. Sin duda, aparte de Gee, uno de los personajes que más gracia me hace es su amiga Rossie, que también está rematadamente loca, y más que nada en los últimos libros. El resto de amigas de Gee son Mabs, Jools y Ellen, para completar la llamada ¡Panda de las Fantásticas! Nada destacable de estas últimas porque no tienen un papel demasiado central, bueno excepto puede que Ellen, creo yo. Ellen, yo la llamaría la tonta del grupo, es posiblemente la que más rabia me da a mí cuando leo sobre ella y cosas que dice, dan ganas de estrangularla. A lo largo del libro uno se pone bastante en la piel de Gee porque, al fin y al cabo, es una adolescente como puede serlo cualquiera de nosotras y los problemas por los que pasa son típicos a más no poder (bueno, puede que lo de las cejas no sea tan común, por lo menos a mí no me ha pasado jaja). Problemas con los padres: ASEGURADO, la relación que tiene Georgia con sus padres es cuanto menos graciosa, su padre está totalmente pirado y su madre tiene complejo de ligona o algo así jaja Por otro lado tampoco faltan los típicos vecinos gruñones, el chico del barrio insoportable y un terrible come-cabezas que parece ser que se plantea en el octavo libro que, por desgracia, no está traducido aún. Creo que poco más que decir de esta saga, solo que si queréis reíros un buen rato, echadle un vistazo jaja

En total la saga cuenta con 10 libros, así que como habréis deducido, solo faltan tes por traducir, de los que también os voy a dejar las portadas:



Y para todo el que quiera leer estos maravillosos libros, os dejo el enlace a la página donde me los descargue AQUÍ

Muchos besos!!!♥

martes, 21 de agosto de 2012

Noticias varias

Muy buenas bloggeros!!! ^.^

Hoy os traigo cositas chiquititas y diversas, empecemos ;)

Lo primero de todo, o lo que más ganas tengo yo de decir, es que voy a ser muuuuuuuy buena persona y voy a subir el próximo capítulo de Besos de Rubí lo antes que pueda, y quiero que sea un capítulo larguillo jaja Por la convinación de estas dos cosas obviamente no voy a subirlo mañana ni pasado, pero como mucho tendréis que esperar hasta el finde, lo prometo y lo cumpliré (a no ser que me roben el ordenador, me rompa una mano o accidentes varios y posibles que esperemos que no ocurran jaja). Bueno que dejo de decir chorradas y eso, para el finde como mucho estará el capítulo 5, porque ya se exactamente como continuar el nerviosismo que dejó la última frase de Domenico *.*


Pasemos a lo siguiente. Como vi en un par de comentarios de Virialt que hiciera fotos (aunque os aseguro que yo vaya donde vaya hago fotos siempre jaja No hace falta que me lo digan) pues me he dicho: "voy a enseñarles el pueblecito al que he ido a parar estos últimos días. Así que ahí vamos:










Como veis no es nada del otro mundo, es el típico pueblecito, así que nada del otro mundo jaja


Y como os debía las fotos de los mininos también os las dejo y puedo decir claramente que esta entrada es un popurrí xD








Pues nada, aquí están mis pequeñas bestias. El negro es Suko (resultó ser un macho, con lo convencida que estaba yo de que era chica jaja) y la gris se llama Isis y tiene una carita de ángel que no se la aguanta *.* A parte de eso es posiblemente la gata mas fisna que he visto en toda mi vida, bueno y quejica, muy quejica, en cuanto algo no la gusta llora xD El otro es más fácil de llevar, el con comer y dormir es feliz jaja

Bueno bloggeros, aquí termina la entrada, un besito enormísimo ;D

domingo, 19 de agosto de 2012

Capítulo 4 (parte 2)

Muy buenas bloggeros!! Prometí que os dejaría la siguiente parte de Besos de Rubí y aquí está. Poco más que decir. Espero que os guste ;)

Capítulo 4 (parte 2): ¿Inoportunos contratiempos?

Aproximadamente dos horas más tarde, Cassandra se encontraba en la parte de atrás de un amplio Audi azul metalizado acompañada de un despreocupado y sonriente Domenico, mientras el chófer de éste llevaba el coche por las calles de Florencia. El fantástico humor de Domenico la desconcertaba, teniendo en cuenta que eran poco más de las seis de la mañana y que la noche anterior se habían pateado las calles de Florencia.
            -¿Cassandra? –preguntó Domenico de pronto.
            -¿Sí? –preguntó ella a su vez.
            -Nada –dijo él finalmente sacudiendo la cabeza después de unos segundos en silencio.
            Ambos permanecieron callados después de esa breve y extraña conversación. Cassandra sentía curiosidad sobre lo que había ocurrido pero no se atrevía a insistir, pues en el fondo temía lo que él pudiera decirle.
            -Ya hemos llegado señor –dijo de pronto el chófer rompiendo el silencio.
            -Gracias, Claudio. Te llamaré cuando necesite que vengas a recogernos. Hasta luego –dijo como despedida mientras bajaba del vehículo e instaba a Cassandra a imitarlo.
            -¿Dónde vamos a desayunar? –preguntó ella mientras alisaba su falda blanca.
            -Sígueme –dijo él como toda respuesta sonriendo y empujando a Cassandra ligeramente en la espalda para que comenzara a andar.
            Escasos minutos después llegaron a una pequeña cafetería situada en una estrecha pero bonita callejuela. Los amplios ventanales que había en la fachada del edificio dejaban ver su interior, en el que se veían aproximadamente una docena de redondas mesas de café con un par mullidos sillones acompañándolas. Apenas había gente dentro y una joven y sonriente pareja atendían a los clientes mientras se lanzaban tiernas miradas y sonrisas.
            -Me han dicho que el café aquí es delicioso y que preparan los dulces típicos de La Toscana como nadie en toda Florencia –comentó Domenico mientras sujetaba la puerta para Cassandra, cosa que ella agradeció con una sonrisa.
            -Así que, ¿nunca habías entrado aquí? –preguntó Cassandra.
            -No –contestó él-. No creo que sea el sitio apropiado en el que negociar con economistas cincuentones –añadió con sorna.
            -No todo se reduce a los negocios, ¿cierto? Podría ser que hubieras estado aquí con alguna novia, ¿no? –dijo ella con buscada despreocupación.
            -Podría –asintió Domenico siguiéndola el juego-. Pero no se ha dado el caso.
            -Ya veo.
            -Lo cierto es que hace ya tiempo que no estoy en una relación de ese tipo –siguió él sin saber muy bien por qué.
            -¿Y cómo es eso? –preguntó Cassandra sin poder evitarlo.
            Domenico torció el gesto ante su pregunta.
            -El trabajo, supongo. Siempre hay algo que hacer, gente con la que negociar, reuniones a las que asistir… Mi tiempo es escaso –concluyó con el rostro serio.
            -Te comprendo –dijo ella asintiendo levemente con la cabeza.
            -¿Me comprendes? No creo que alguien como tú pueda mantenerse soltera por mucho tiempo –exclamó sorprendido.
            -¿Alguien como yo? –preguntó Cassandra enfadada.
            -Lo siento. No ha sonado como yo quería expresarlo –se disculpó Domenico-. Quería decir que las mujeres bellas e inteligentes como tú siempre tienen tras de sí una larga lista de pretendientes que las adoran.
            -En el caso, que no lo es, de que tuviera una larga lista de pretendientes, eso no significaría que saliera con alguien. Puede que los supuestos pretendientes no fueran de mi agrado.
            -Cierto –asintió él-. ¿Qué te parece un cappuccino y un trozo de tarta de chocolate? –añadió tratando de romper el momento de tensión.
            -Perfecto –respondió Cassandra-. ¿Te parece que te comente el asunto que nos ha traído desde un principio aquí?
            Tras unos momentos de silencio en los que Domenico pensó a qué se refería, cayó en la cuenta y respondió:
            -La reunión, claro. Dime.
            Cassandra le expuso el problema, o mejor dicho, problemas, a Domenico, reiterando lo avergonzados que se encontraban sus jefes por verse en una situación así. Él escuchó atentamente, asintiendo cuando el momento lo requería y tratando de no reír ante la actitud rígida y profesional que había adoptado repentinamente ella.
            -Comprendo los motivos por los que se han ausentado hoy, por descontado. Situaciones así escapan de nuestro control. Por cierto, dale la enhorabuena de mi parte al tal Jason –añadió sonriendo.
            -Claro –sonrió ella a su vez.
            -Pero –continuó él-, dentro de unos días es el cumpleaños de mi hermana Alice, y jamás me lo perdería. Tenía pensado pasar un tiempo en Siena, en la casa de campo de mis padres, algo así como unas pequeñas vacaciones. Había planeado salir pasado mañana.
            -Te entiendo. Jamás te pediríamos que te perdieras un día así. Tendré que llamar a mis jefes para…
            -Espera –interrumpió él.
            -¿Qué pasa?
            -Dame un respiro. Y date un respiro –añadió riéndose-. Me reuniré con tus jefes. Dije que lo haría y no faltaré mi palabra, pero más adelante. De verdad que es necesario desconectar de vez en cuando.
            -Por supuesto. Lo siento –dijo ella dubitativa-. No pretendía presionarte.
            -No te disculpes, no me siento presionado. Eres tú a la que se ve presionada –comentó en tono burlón.
            Cassandra permaneció en silencio. Realmente sí que se sentía presionada por sus jefes, pero aquello no la disgustaba, o al menos no lo hacía hasta ese momento.
            -Pero te propongo una cosa –dijo él interrumpiendo las cavilaciones de ella.
            -¿El qué? –preguntó ella recelosa.
            -Ven conmigo a Siena.

viernes, 17 de agosto de 2012

Mascotas y otras cosas varias

Buenas tardes desde Cáceres!!! Aquí ando, aburrida de la vida, escuchando todos los días los gritos de los hijos de la amiga de mi madre (osea pequeños seres sacados del Hades), luchando por no morir de calor y conteniéndomepara no gritarle a alguien (mi madre) "¡Quiero volver a mi preciosa-y-libre-de-pequeños-demonios casa!". 
Lo que falta del capítulo de Besos de Rubí, os juro que estoy por terminarlo, pero no se exactamente como hacerlo y tener todo el día a seres gritones a mi alrededor no ayuda, pero don't worry. Sacaré el tiempo y la inspiración y el domingo a más tardar estará publicada la entrada. Como no quiero dejaros abandonados hasta entonces me he dicho: pues voy a enseñarles a mis queridos bloggeros a mis chuchos y gatuchos!! :P
Así que allá vamos:





Aquí tenemos a MI (sí, notad el "mi" jaja) perro, Coco. Es un Hispaniel Breton que ahora tiene 6 años (si no me equivoco). ¿A qué es bonito? ^.^

SIGUIENTE!! jaja


Este Dálmata es de mi madre, Kibo, un regalo por su cumple de unas amigas. Que menudo regalito jaja es un GRAN cabroncete, pero es precioso xD Ahí tenía un mes o así ahora ya está bastante más grande (creo que tiene dos años), y si no mirad la foto siguiente jaja



Como veis, bastante más grande que en la anterior xD


Este es el feillo de la casa (como lo llama mi madre), Milú. Ese es de mi hermano y mi padre jaja En realidad se lo encasquetó la majeta de mi vecina (y no es ironía, la mujer es un encanto, y tiene una hija de 3 añitos que te la comes *.*) y les dio pena decir que no así que ahí tenemos al perro número tres. el chuchillo sin raza jaja

Y aquí os dejo fotos varias y de paso veis al pavo de mi hermano haciendo el bobo con los perros jaja







Iba a enseñar fotos de los gatos ya de paso, pero me he dado cuenta de que las tengo en la cámara y el cable se ha quedado en casa (un aplauso para mí). Así que nada, ahora que los niños se están echando la siesta creo que voy a intentar escribir un rato jaja

Besos♥

martes, 14 de agosto de 2012

Capítulo 4 (parte 1)

Capítulo 4 (parte 1): ¿Inoportunos contratiempos?

Cassandra despertó con una sonrisa complacida en el rostro. La noche anterior, en cuanto llegó a su habitación, marcó rápidamente el número de Charles, su superior más inmediato, y le contó la buena noticia. El hombre reaccionó tal y como esperaba Cassandra, congratulándose por las nuevas y elogiándola por su buen hacer. Aquel hombre mostraba un interés por ella que extravasaba los límites profesionales, cosa que a ella le causaba cierta inquietud, pero no dejaba entrever este sentimiento ante nadie. Perdida en sus pensamientos se encontraba cuando su móvil comenzó a sonar.
            -¿Diga? –preguntó en cuanto se colocó el aparato en la oreja.
            -Cassandra, soy Taylor –Taylor era otro de sus superiores, uno que se encontraba por encima de Charles y que ya contaba con poco menos de medio siglo de edad-. No podremos llegar hoy a Florencia. El avión de la compañía ha sufrido una avería y no tenemos tiempo de comprar billetes de avión ahora que nos dejen allí a tiempo para la reunión con Di Genaro.
            -¿Cancelamos la reunión pues? –dijo ella algo alarmada.
            -No, cancelar no. Posponerla. Estaremos allí mañana, a ser posible –aclaró Taylor-. Impide a toda costa que Di Genaro cambie de opinión acerca de la reunión a causa de nuestro imprevisto, ¿entendido?
            -Claro –asintió Cassandra. Algunas voces alborotadas comenzaron a escucharse de fondo y alguien le dijo algo a Taylor que ella no llegó a entender-. ¿Ocurre algo?
            -¡Maldita sea! –exclamó él, aunque Cassandra tuvo el presentimiento de que no hablaba con ella-. ¿No podía haber elegido otro momento más oportuno para ello?
            -¿Taylor? –preguntó la joven con desconfianza.
            -Cassandra. Tenemos que posponer la reunión por al menos unos días –dijo el hombre con fastidio.
            -¿Qué? ¿Cómo que unos días? ¿Qué ha ocurrido? –preguntó con alarma en su voz.
            -Jason. Su mujer se ha puesto de parto antes de lo que esperaban, y él es imprescindible en la reunión. Fue quien ideó la mayor parte del proyecto –casi gritó Taylor-. No lo olvides, que Di Genaro no se eché atrás con lo de la reunión. Confiamos en ti, Cassandra.
            -Está bien. Dale la enhorabuena a Jason de mi parte.
            -Lo haré –dijo Taylor con algo menos de enfado en la voz-. Te llamaremos en cuanto las cosas se calmen. Adiós.
            -Adiós –se despidió ella a su vez.
            Cassandra estaba algo preocupada a causa de los últimos acontecimientos. Pero tan solo podía aguardar y tener la esperanza de que Domenico no reconsiderara su decisión. Tenía que llamarlo inmediatamente y convencerlo de que pronto se solucionarían esos odiosos contratiempos. Cogió el móvil de nuevo y buscó el número del teléfono personal que Domenico le había entregado durante su paseo por Florencia. Cuando pulsó el botón de llamada unos extraños nervios se apoderaron de ella. ¿Por qué aquel hombre le daría su teléfono personal en vez de hacerle llamar a su secetaria? Cuando lo apuntó la noche anterior no le dio mucha importancia, pero en ese momento le parecía de lo más extraño. Estaba segura de que no eran pocos los que pagarían millones por tener aquel número de teléfono.
            -¿Diga? –respondió una voz somnolienta al otro lado del teléfono al cabo de unos segundos.
            -¡Oh! Lo siento –se disculpó Cassandra al observar en el reloj de su mesilla que tan solo eran las cuatro y cuarto de la mañana-. Llamaré más tarde. Lo siento, de verdad.
            -¡Espera! –la voz de Domenico la detuvo-. ¿Cassandra? ¿Qué ocurre? –su voz sonaba alarmada y algo menos somnolienta.
            -Llamaré más tarde, en serio –insistió ella.
            -Cassandra –dijo Domenico con cierto reproche en la voz, ante lo que Cassandra se rindió.
            -Mis jefes han tenido ciertos problemas y no podrán llegar hoy a Florencia. Me han llamado hace unos minutos. No he recordado el cambio horario, yo estaba ya despierta y no lo he tenido en cuenta. Lo siento –repitió.
            -No tienes nada que sentir. Te recuerdo que yo iba en el mismo vuelo que tú. No creo que hubiera aguantado mucho más acostado –aclaró él quitándole importancia al asunto-. ¿Qué te parece si nos vemos en un par de horas y me explicas qué ha ocurrido?
            -Está bien –aceptó ella sabiendo que Domenico no aceptaría un no por respuesta.
            -Pasaré a recogerte al hotel e iremos a desayunar, si te parece bien.
            -Claro –consintió ella.
            -Nos vemos a las seis. Hasta luego –se despidió él.
            -Adiós.



Muy buenas bloggeros!! Como ya habréis visto esta es la primera parte del cuarto capítulo de Besos de Rubí. En realidad podría haber esperado un par de días y haber subido directamente el capítulo entero, pero me apetecía subir algo y no dejar tan abandonado el blog. Llevo unos días pasándome poco por los blogs y sin tiempo para comentar, porque ha estado en mi casa una amiga y no hemos parado de ir de un lado a otro o de hablar con gente y quedar y demás, así que mucho tiempo no he tenido. Pero prometo que mañana mismo me pongo a ello.

Luego también quería decir que el 16 (osea pasado mañana) bien prontito me monto en el coche con mi madre y mi hermano y nos vamos a pasar unos cuantos días a Cáceres con una amiga de mi madre. En principio no habrá mucho problema en cuanto a pasar por los blogs y demás, porque en su casa tiene internet, pero no tendré demasiado tiempo, así que si estoy un poco ausente ya sabréis porque es. De todos modos trataré de terminar el capítulo de Besos de Rubí para subirlo mientras esté allí. 

Un beso enorme. Espero que os haya gustado el trocito de capi que os he dejado ^.^

martes, 7 de agosto de 2012

Premio + vamos a conocernos.

Hola bloggeros!! 

Hoy me he levantado con el día alegre (ADORO los días así jaja) y el extraño bajón de ayer se ha quedado en el pasado, así que muy pero que muy bien ^.^

Hoy traigo un premio que me ha dado la siempre amable, agradable y gran escritora Kashmir


Para empezar tengo que responder a unas preguntitas, así que ¡¡allá voy!!

  • ¿Te gustan los gatos?
No especialmente. No es que no me gusten, de hecho ahora tengo dos gatitos que me encontré (en ESTA entrada esta la foto del primero que me encontré, que resultó ser macho, no hembra jaja) y los adoro, pero prefiero los perros.
  • ¿Tienes Tumblr, me lo das?
Pues resulta que no tengo.
  • ¿Estilo de música favorito?
No creo que tenga un estilo de música favorito. Me gusta Lana del Rey, pero tambén El Mago de Oz y me encanta escuchar música clásica. Soy una chica de gustos extraños, lo sé jaja
  • ¿Libro favorito?
Imposible decir uno. Hay tantos libros que me encantan...
  • ¿Qué te gustaría estudiar de grande?
En septiembre empiezo la carrera de biología en la Universidad Complutense de Madrid. Creo que eso responde a la pregunta.
  • ¿Dónde te gustaría vivir?
¡En tantos sitios! Uno de los motivos -creo que el principal- por los que quiero tener un trabajo en el que gane bastante dinero es para poder tener aunque sea pisitos pequeños en muchos lugares, o poder pagar el alquiler o estar en hoteles, en realidad eso me da igual. Lo que quiero es ver mundo. ¿Y de residencia fija? Pues ni lo he pensado.
  • Descríbete en 3 palabras.
Extrovertida, despistada, alocada.
  • ¿Qué te gusta comer?
Creo que mi plato favorito son los canelones de mi madre. Están de muerte. Pero por lo general soy una loca amante de los dulces.
  • ¿Mejores amigos?
Miriam es indudablemente mi mejor amiga, pero también considero como mejores amigas a Allison y mi querida mallorquina, María.
  • ¿Cuántos hermanos tienes?
Uno, y con él tengo bastante. Es un pequeño terremoto de 9 años llamado Manuel.
  • ¿Tienes mascotas?
Sí, tres perros: un Hispaniel Breton (Coco), un Dálmata (Kibo) y un perrillo sin raza (Milú). Y ahora creo que tengo que añadir también a los dos gatillos que me he encontrado (Isis y Suko).
  • ¿Te gusta mi blog?
Pues claro que sí!! :D

Y le doy el premio a:
  • Sam
  • Vicky
  • Noemi
Y con esto hemos acabado la primera parte de la entrada, vamos a por la segunda.


En su última entrada Kash nos ha propuesto que hagamos algo así como lo que hace Yuya en sus videos de youtube (sí, yo también veo sus videos, Kash ;) ) y la verdad que me parece una manera genial de conocernos más entre bloggeros, así que empecemos!!

  • Nombre completo y su significado. ¿De dónde eres y cual es tu edad?
Ainhoa, simplemente eso, no tengo segundo nombre jaja Mi nombre es el de una Virgen Vasca y el significado no es que sea muy allá, simplemente es así por el lugar donde está el templo de dicha Virgen. He investigado un poco y por lo visto hay una leyenda que dice que a un pastor vasco se le apareció la virgen entre unas zarzas, por lo que se refieren a ella como la flor de espino blanco. Poco más de mi nombre puedo decir. [Una pequeña actualización: una amiga me ha comentado que una amiga finlandesa suya le ha dicho que Ainhoa allí significa "La única". Que chachi jajaja]
Soy de España y dentro de dos mesecitos cumplo 18 años (Que vieja me hago jaja)
  • Personajes favoritos (películas/libros/de lo que sea)
Damon Salvatore (The Vampire Diaries)
Devin Abbot (October Breezes y Summer Sunsets)
Jack Sparrow (Piratas del Caribe)
Liz Gilbert (Julia Roberts en Eat, pray, love)
  • Dime tres retos que estés dispuest@ a cumplir pronto
1. Ver a mi queridísima mallorquina de una vez (nadie pensaría que es un reto, pero lo es, que nos está costando lo suyo)
2. Leerme Cazadores de Sombras, que no es que no me guste la saga, que me gusta, pero por unas o por otras nunca empiezo a leer.
3. Esforzarme en sacar el primer año de carrera con buenas notas.
  • ¿Tienes un lado oscuro?
Creo que todo el mundo tiene un lado oscuro, así que yo no voy a ser menos. Soy terriblemente sarcástica, y en pequeñas dosis eso está bien, pero a veces de sarcástica puedo resultar un poco borde. 
  • ¿Qué es lo que mas te gusta hacer?
Lo primerísimo de todo: bailar. Pero me encanta escribir, leer, hacer el tonto con mis amigas, probar peinados extraños (mi madre en eso es mi conejillo de indias) y modificar a mi gusto recetas de zumos, batidos y postres.
  • ¿Cuál es tu color favorito?
Ahora el azul claro. [Aclaración: mi gusto con los colores varía, el único que jamás de los jamases será mi preferido es el verde (bueno, y el naranja), cosa curiosa teniendo en cuenta que adoro los ojos de color verde. Soy una persona extraña, no hace falta que me lo digáis que ya lo se yo]
  • ¿Tienes algún temor irracional?
Los bichos que saltan. En general no me gusta ningún bicho, pero bueno, los tolero; arañas, hormigas, bichos  que vuelan... vale. Pero los bichos que saltan me dan PÁNICO. 
  • ¿Te has enamorado?
No, nunca.
  • ¿Cómo sería tu hombre ideal?
Físicamente de cabello negro y ojos verdes o grises, altos (es que yo soy bastante alta para ser chica >.<) y que tenga una sonrisa bonita. Con respecto al carácter que sea amable, chistoso, fiestero (pero no excesivamente) y cariñoso. [Luego en verdad no soy tan exigente, pero así sería mi hombre ideal].
  • ¿Tienes alguna obsesión a algo?
Chocolate. Es un vicio para mí.
  • ¿Cómo nació la idea de unirte a blogger?
Pues básicamente porque una vez descubrí un blog muy bueno (por desgracia el autor lo borró u.u) y empecé a leer más blogs y decidí que estaría bien ir subiendo la historia que estaba escribiendo (por aquel entonces se llamaba El Signo de la Sangre, ahora la tengo un poco abandonada y ese título está descartado). Pero ese blog lo acabé borrando porque pasé muchos meses sin seguir con la historia y al cabo del tiempo abrí el que tengo ahora, que me va bastante mejor con él ^.^
  • ¿Dulce, cítrico o salado?
Claramente dulce, pero también adoro el cítrico.
  • ¿Desde cuándo te gusta leer? ?Y desde cuándo te gusta escribir?
Desde siempre me ha gustado leer, pero todo se intensificó cuando empecé con la saga de Harru Potter, por eso siempre le tendré al primer libro un cariño especial ^.^
Cuando era pequeña (y con pequeña me refiero a 12 años o así) empecé a escribir historias cortitas y algo tontas que cuando leo ahora simplemente me hecho a reír, pero aproximadamente con 14 años, empecé a ponerme algo más seria, aunque los relatos no tienen ni punto de comparación con los de ahora. Que no digo que ahora sea una gran escritora, pero sé que he mejorado desde entonces.
  • ¿Qué es lo que te inspira para escribir?
Al principio siempre me daba el impulso de escribir cuando me pasaba algo, me explico, por ejemplo si me cabreada con mi madre escribía algo sobre una chica que se sentía sola y cosas así [la verdad es que he sido bastante dramática cuando estaba en plena edad del pavo jaja]. Ahora la inspiración viene de cosas más pequeñas, como frases que haya leído y oído, o de cosas que me llaman la atención.
  • Libros(s) Favorito(s)
Soy incapaz responder a esto.
  • ¿Qué es lo que estás leyendo ahora?
Legado, el cuarto libro de la saga El Legado de Christopher Paolini.
  • ¿Cuál de los cuatro elementos es tu favorito?
Agua.


Pues ya está bloggeros! Aquí concluye la entrada (A mí se me ha hecho larguísima de escribir, así que supongo que leerla será lo mismo). Espero que esto sirva para conocerme un poquito mejor.

Un beso enorme!!! <3