¡¡Buenos días bloggeros!! =)
Hoy no tengo mucho que decir, solo que aquí os dejo otro relato de "Historias de un caserón victoriano".
Espero que os guste =D
¡Besos!
4. Seis Besos para un "Te Quiero"
El ligero
pero insistente tintineo de una campanilla llegó a los oídos de Selina.
-¿Y ahora
qué precisa mi arrogante hermana? –preguntó rodando sus ojos.
-Lo ignoro
señorita, pero será mejor que vaya a averiguarlo –dijo Felicia levantándose con
avidez para después salir de la habitación y entrar en la estancia de enfrente.
Selina
permaneció en silencio, tratando de averiguar con qué estupidez molestaba su
hermana de nuevo a las doncellas. Mientras centraba su atención en lo que
ocurría al otro lado del pasillo, no se percató de la presencia de alguien más
en su habitación hasta que unos brazos, claramente masculinos, rodearon sus
hombros y una mano tapó su boca. Un grito ahogado trató de escapar de su
garganta, hasta que la risa jovial y alegre de alguien que bien conocía llegó a
sus oídos. Ella se giró rápidamente y miró con el ceño fruncido el rostro de su
supuesto agresor.
-¡Dick!
¿Cómo se te ocurre? ¡Me has asustado! –gritó ella realmente molesta golpeando
el pecho del joven.
-Vale, vale.
Cálmate –trató de frenarla él mientras sujetaba sus brazos-. Lo siento, de
verdad. Solo era una broma –insistió con una mirada de verdadero
arrepentimiento.
-Pues
malditas sean tus bromas –dijo Selina con una mezcla de enfado y frustración en
su voz-. ¿Pretendías que muriera de un paro cardíaco?
-Eso –se
detuvo para enfatizar-, es lo último que quiero. Te lo aseguro –añadió
envolviendo sus brazos alrededor de una enfadada Selina.
-De acuerdo
–aceptó ella mientras su enfado se disipaba ligeramente-. Pero jamás, y repito,
jamás, hagas eso de nuevo –casi gritó presionándose contra el pecho de él.
-Prometido
–aseguró él con calma presionando sus labios en la frente de ella.
Selina se
relajó en los brazos de Richard, olvidado casi por completo su enfado ante la
cercanía de él.
-Pero, ¿qué
estás haciendo aquí? –preguntó repentinamente desenvolviéndose de sus brazos.
-¿Tan pocas
ganas tienes de verme, preciosa? –preguntó Richard tratando de parecer
indignado.
-Sabes que
no es eso –respondió Selina retorciendo uno de sus rizos castaños entre sus
dedos-. Si alguien te ve aquí vamos a tener problemas, y graves.
-Tus padres
acaban de partir en la calesa y tu hermana nunca se acerca a tu habitación, tú
misma me lo has dicho cientos de veces –dijo con despreocupación mientras
rodeaba con sus brazos a Selina y depositaba un suave beso en los labios.
-Dick, para
–le interrumpió ella, aunque con desgana, tratando de mantener la mente clara y
no dejarse llevar por la dulzura de los besos de él.
-Vamos, Sel
–trató de convencerla llamándola con aquel apelativo cariñoso que para Selina
sonaba a gloria en los labios de su amado-, tus padres se han ido, tus hermanos
no saldrán de sus habitaciones en toda la tarde y el servicio come de la palma
de tu mano –remarcó esto último con una sonrisa pícara.
-De acuerdo,
pero salgamos de aquí –se rindió ella depositando un ligero beso en los labios
de él-. Mantente en silencio y sígueme por los pasillos. No puede vernos nadie.
Él tan solo
asintió, manteniendo sus labios cerrados y pinzados con sus manos. El gesto
hizo reír a la joven. Recorrieron los pasillos en silencio, Selina andando
delante, tratando de parecer natural en el caso de encontrarse con alguien para
después indicar a Richard que continuase si no se topaban con nadie. Escasos
minutos después se encontraban en el gran jardín trasero, sentados en un
pequeño claro rodeado de rosales que se encontraba en las proximidades al
pequeño bosque colindante.
-Te he
echado de menos –suspiró ella recostándose en el regazo del joven.
-Yo también –respondió
este a su vez inclinándose hasta depositar un ligero beso en los labios de
Selina.
-¿Qué tal tu
primera semana de trabajo? –preguntó ella con curiosidad.
-Considerablemente
bien. Tu padre es agradable, tu madre sin embargo es más difícil de complacer,
pero en pocas ocasiones merodea por los jardines –explicó él con voz suave-. Lo
mejor es tenerte tan cerca, pero también es lo peor. Echo en falta tu compañía
sabiéndote tan cerca.
Selina se
incorporó del regazo de Richard, pasando una de sus delicadas manos por el
rostro del joven, deteniéndose en la comisura de sus labios con una sonrisa
juguetona en el rostro, viendo como los ojos de él se cerraban y una tenue
sonrisa se dibujaba en sus facciones.
-No sabes lo
mucho que te quiero –dijo ella de repente, casi sin pensarlo. Lo que causo en
el una reacción de sorpresa y nerviosismo a partes iguales-. No digas nada, lo
sé –añadió ella poniendo dos dedos sobre los labios del chico.
Él sonrió
como toda respuesta y tomó la mano de la joven, besando uno a uno sus dedos,
para después seguir por su muñeca, subiendo lentamente por su brazo hasta
depositar un beso en la base de su cuello. Ella se mantenía quieta, hasta que,
en el último beso, un suspiro escapó de sus labios. Abrió los ojos lentamente y
se acercó a Richard, recostándose en sus brazos tras depositar un beso en los
labios de este.
-¡Selina! –una
voz sonó de repente, por lo que se separaron con premura.
-Quédate
aquí –gesticuló ella sin que ningún sonido escapara de sus labios, a lo que él
asintió.
-¡Selina! –se
oyó de nuevo, esta vez más cerca.
-¡Ya voy! –gritó
ella en respuesta saliendo precipitadamente de entre los rosales y alejándose
de allí.
Richard
mientras tanto permaneció sentado, deslizando su dedo a lo largo de su labio
inferior, pensando. Hacia solo tres semanas que se había topado con Selina bajo
aquella encima. Sin duda había sido lo mejor que podía haber ocurrido en su
vida, pensó mientras una sonrisa se formaba en sus labios. Aquella delicada
muchacha le había robado el corazón con sus ojos claros y su sonrisa tímida
pero radiante. Semanas atrás habría estallado en una estrepitosa carcajada si
cualquiera le hubiera dicho que acabaría loco y anhelante por los labios de una
señorita de buena posición, sin embargo ahora no imaginaba el tener que
alejarse de ella.
-Dick –la voz
de ella lo sacó de sus pensamientos-. Lo siento, tengo que irme. William ha
empeorado y mis padres no están en casa. He mandado buscar al médico –la voz de
ella salía precipitada y angustiada de su garganta. Él se levantó rápidamente y
la acomodó entre sus brazos.
-Está bien,
tranquila –dijo tratando de calmarla-. William se repondrá. No llores –añadió al
ver que una pequeña lágrima corría por el rostro de la joven, y la atrajo más
hacia sí.
Ella se dejó
arrastrar y ocultó su rostro en el pecho de él, dejando que su aroma a flores y
tierra mojada inundara sus sentidos y la relajara. Lentamente, levantó la cabeza,
se separó ligeramente de él y lo besó unos instantes casi de forma desesperada,
descansando sus brazos sobre el cuello de él.
-Tengo que
irme –dijo ella con su frente apoyada sobre los labios de él-. Más tarde nos
veremos, lo prometo. Saldremos a dar un paseo por el límite del bosque. ¿Está
bien? –preguntó tratando de mantener su preocupación fuera. Él asintió ante su
pregunta y la besó de nuevo, lentamente.
-Hasta luego
–dijo ella ya alejándose de él, pero el brazo de él, y la intensa mirada que le
dirigía se lo impedían. Le miró con cierta confusión en sus ojos.
-Te quiero –dijo
el simplemente y después bajó su brazo.
Una sonrisa
se formó en los labios de la joven mientras sus mejillas se ruborizaban. “Me
quiere”, pensó con alegría mientras se alejaba de allí. Su propia voz interna
le respondió. Claro que te quiere. Solo necesitaba tiempo para apreciarlo él mismo.
Y mientras tanto ella volvió hacia el gran caserón, donde un ligero alboroto
general la esperaba para ser calmado.
Lamento comentar hasta ahorita D:
ResponderEliminarEl relato está muy bonito!! Tengo que leer los otros que me faltan, me imagino que tienen relación unos con otros ¿no? Este fin de semana los leo n___n Este me gustó! Es tierno!
Muchos Besooos!
Me e n c a n t o ! Escribis genial, la verdad :D De mas esta decir que siempre me gusta lo que escribis, pero esto me encanto! Gracias por tu visita linda! Nos seguimos leyendo! Un besito grande :)
ResponderEliminarEsto es parte de otra novela o qué? Jajaja ya me confundí :s espero puedas explicarme qué onda jaja jajaj :) un abrazo!
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