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martes, 30 de octubre de 2012

¿Quién quiere un príncipe azul?


+Entonces… ¿has encontrado ya a tu príncipe azul, pequeña? –la voz divertida y descarada de él le sacó una sonrisa sarcástica a la vez que rodaba los ojos.
-¿Príncipe azul? Siempre he creído que ese concepto está sobrevalorado. Y generalizado como el amor ideal de toda chica. Y se equivocan, por supuesto –respondió ella orgullosa, alejándose unos pasos.
+¿Se equivocan?
-No todas queremos que nos traten como a una figurita de cristal. Ni todas buscamos a esa idealizada imagen de ángel de rizos rubios y ojos claros como el cielo. Y Las palabras de amor susurradas una y otra vez al oído no son siempre tan deseadas como se quiere creer, porque lo poco gusta y lo mucho cansa –apuntó en tono afilado.
+Buen punto –le consintió él-. Pero, a pesar de todo, siempre ganarán los tipos guapos, ¿no?
Ella se aproximó con una sonrisa socarrona en los labios.
-A cualquiera le atrae un tipo guapo –aceptó ella-. Pero no todos lo tipos guapos enamoran –añadió en un susurro y se retiró de nuevo un par de pasos dándole la espalda.
+Siempre se dice eso en la teoría. Sería fascinante verlo en práctica –dijo él con un deje de desafío.
-Lo sería, ¿verdad?
Él se limitó a asentir sin perder la sonrisa.
-A veces tan solo necesitas a alguien que sacuda tu mundo y te haga temblar de pies a cabeza. Alguien que rompa los esquemas y sea capaz de decirte lo horrible que estás un domingo por la mañana.
+A todas os gusta escuchar piropos, eso no puedes negarlo.
-¿A quién no le gusta un piropo? Pero eso no quiere decir que dos de cada tres palabras tengan que serlo –se sentó en el desvencijado columpio y cruzó las piernas.
+No me creo que quisieras escuchar lo horrible que estás un domingo por la mañana. De verdad que no me lo creo.
-Puede que escuchar un “estás horrible” un domingo al despertarme no sea algo que me gustaría –le dio la razón-. Pero tampoco querría oír a todas horas que estoy preciosa. Sería una mentira, y muy descarada, además.
+¿Entonces que te gustaría escuchar? –se sentó a su lado, interesado esta vez por la respuesta.
Ella levantó la vista al cielo amoratado, perdiéndose en los tonos de las nubes.
-Querría que me sacasen una carcajada al despertar burlándose de mi pelo alborotado y mi cara adormecida, que se sorprendiera y dijera sinceramente lo bonita que estoy cuando me arregle, que discuta y me contradiga cuando no lleve la razón, pero sin perder la sonrisa… -la última frase quedó en un susurró hacia el infinito, al igual que la mirada soñadora de ella.
Él la observaba con cierta fascinación.
-No quiero al chico malo de la película, pero sí al rebelde y despreocupado. Al que te saca de tus casillas, que se ríe de tu gesto de enfado y te da un beso en los labios para hacerte callar. El que no se pasa el día tratando de estar contigo, que vive la vida, te saca de fiesta pero también adora las noches de película y palomitas. El que te hace levantarte entre sábanas arrugadas y no se molesta en hacer la cama, que te lleva en volandas a la cocina y te pringa la nariz con mantequilla mientras preparas unas tostadas –se paró para tomar aliento-. No quiero al chico perfecto, quiero a un chico con tantas imperfecciones que tenga que aprender a enamorarme de cada una de ellas, y que se enamore de las mías.
+Todo eso suena bastante perfecto.
-No lo es, en absoluto, pero sería una perfecta imperfección para mí –un suspiro escapa de sus labios.
+Puede que lo fuera también para mí –el susurro que era su voz apenas llegó a los oídos de ella.
Bajó la cabeza, que había mantenido hacia el cielo mientras hablaba, y lo miró con los ojos brillantes. Él se le acercó unos escasos centímetros.
-No… -pero los labios de él le impidieron continuar-. ¿Qué..? –trató de preguntar confundida.
+Cállate –su sonrisa burlona era radiante en su rostro-. Y ahora vamos a hacer realidad esa perfecta imperfección tuya.
En un rápido movimiento la levantó en volandas y la sentó en su regazo. La risa de ella sonaba casi infantil.
+No soy tu príncipe azul, ¿verdad?
-Claro que no –contestó ella entre risas-. Los príncipes azules son demasiado perfectos, con su pelo y ojos claros. El pelo oscuro y ojos negros están reservados para los rebeldes imperfectos. Y teniendo a uno de ellos, ¿quién quiere un príncipe azul? –y de nuevo él la calló con un besó.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Sorry

Vale, tengo alrededor de dos minutos para decir lo que quiero xD
Sigo sin internet, ahora he pillado el wifi de la uni, y os dejo una sinopsis de una cosita que escibçi, en plan historia.. no se, pero no tengo pensado seguirla, es por ver opiniones xD
Bueno eso!! Que me voy Un beso!!


Para muchos el silencio es algo agradable, reconfortante. Tumbarse bajo un árbol en la calma del atardecer, cerrar los ojos en la cama y perderse en pensamientos, absurdos o coherentes, lo mismo da, acurrucarte bajo la manta en el frío invierno y observar el crepitar de las llamas… Probablemente sean sensaciones cálidas y tiernas a los ojos de la mayor parte de la gente. Para mí, no lo sé, pues hace tiempo que olvidé cómo se siente uno en aquellas situaciones. Tiemblo por las noches cuando cesan el ruido y las palabras de la gente, las silenciosas horas de estudio se convierten en un verdadero infierno. Por el contrario, me agradan las estruendosas tormentas que el resto odia, y prefiero el ajetreo de las calles abarrotadas, los gritos de niños mimados que reclaman atención y los cuchicheos continuos que plagan los cafés y tabernas a mediodía.
Muchos me calificarían como rara si conocieran esta información sobre mí. Pero, lo que ellos no saben, es que aquel que teme al silencio de la realidad, es tan solo porque, cuando la vida refrena y da un alto a los ruidos diarios, otros oyen los ajetreos de otra vida a la que la mayoría de la gente permanece ajena, aunque, sería más propio llamarla “no-vida”. De niña, disfrutaba con la sensación de nunca sentirme sola, pero pronto los lamentos, peticiones, palabras y sensaciones que percibía de aquel otro mundo, me arrastraron a un profundo terror que me obligaba a buscar cualquier ruido existente en la realidad.
Me llamo Iris, tengo 17 años y estas son las costumbres de mí día a día, extrañas y temibles, pero costumbres al fin y al cabo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Pequeños problemas

Hola bloggeros y bloggeras!

Resulta que tengo un pequeño problema, y es que hoy me he ido a vivir ya con mis tíos (echaré de menos a mi amiga, pero es lo que toca) y cuando he preguntado por internet, pues mira por donde que resulta que andan con problemas y no tienen! Y me fastidia muchísimo ya no solo por el blog, si no que en la universidad es 100% necesario para cualquier cosa.
Así que yo seguiré escribiendi y cuando me sea posible pillar alguna red abierta por ahí pues subiré cosas.
Que lo siento mucho gentecilla, un beso enorme y a ver si en poco puedo subir cosas que tengo muchas ganas!
Bueno y ya os deko, que odio escribir entradas en el móvil.
Un beso enorme!

domingo, 7 de octubre de 2012

Besos de Rubí, capítulo 8, parte 1

Capítulo 8: Siena (parte 1)

-Domenico, esto no es una buena idea, lo sé yo y lo sabes tú.
            Cassandra se encontraba ante las estilizadas e impolutamente blancas escaleras del porche delantero de la enorme mansión, esperando mientras el taxista y Domenico sacaban las maletas del vehículo. Al oír sus palabras él depositó la maleta en el suelo y se giró hacia ella.
            -¿De verdad tan terrible te parece permanecer unos días bajo el mismo techo que yo? –trató de bromear.
            Ella puso los ojos en blanco.
            -Por una vez, no es mi animadversión hacia ti lo que me desanima –le dedicó una sonrisa sarcástica, pero en seguida cambió su expresión-. No hay ninguna buena razón para que yo esté aquí.
            -¿Y por qué tienes que buscarle una razón? –dijo él, recogiendo de nuevo la maleta del suelo y tendiéndosela a Cassandra. Ella la tomó dubitativa.
            -Porque… -comenzó, sintiéndose insegura, algo que odiaba-. ¡No lo sé! –se rindió al final gritando y terminando con un suspiro.
            -No busques razones, simplemente diviértete –le recomendó acercándose a ella con la última bolsa en la mano.
            -Aun así sé que es una mala idea, no tengo buena sensación sobre todo esto –dijo en un susurro que Domenico apenas oyó.
            -¿Además de economista eres pitonisa? Bonita afición, querida –se carcajeó él.
            -Bromea todo lo que quieras –espetó ella con el ceño fruncido, mientras él sonreía burlonamente-. Eres odioso –le golpeó ligeramente en el hombro y comenzó a subir las escaleras arrastrando su maleta.
            -Es posible que lo sea –le siguió el juego en tono bromista-, pero al menos he conseguido que te decidas a subir el tramo de escaleras.
            Cassandra se detuvo una vez hubo alcanzado la última escalera, giro la vista hacia Domenico, le dedicó una mirada a medio camino entre la diversión y el enfado, y se giró de nuevo hacia la robusta puerta de madera, tomando con toda la confianza que pudo el llamador de forja con detalles grabados que había frente a ella.
            -Llama de una vez –la animó Domenico, pero al notar su vacilación colocó su mano encima de la de ella y se dispuso a hacer saber a todos que ya había llegado, y con compañía.

…………………………………………………………………..

Dos golpes secos resonaron en la entrada.
            -Alice, querida, estoy ocupada. Ve a abrir la puerta –la joven escuchó la voz ligeramente aguda de su madre y bajó las escaleras lo más rápido que sus piernas le permitían.
            -¡Voy! –gritó ella de vuelta.
            La emoción corría por sus venas como el agua en un río. Hacía ya mucho que no pasaba más de unas escasas horas con su hermano y, aunque nunca lo admitiría, lo echaba tanto de menos que los últimos días había sido incapaz de concentrarse totalmente en los preparativos de su fiesta de cumpleaños. Domenico era la persona en quien más confiaba en todo el mundo, había sido su salvador cada vez que se metía en algún lío y le había demostrado que haría cualquier cosa por ella. Alice adoraba a su hermano mayor, por mucho que la sacara de quicio y la tratara como si aún fuera una niña.
            -¡Mimmo! –gritó sin poder contenerse, saltando en brazos de su hermano.
            Tan solo unos instantes después, entró en su campo de visión el flamante cabello pelirrojo de Cassandra.
            -¡Oh! –saltó sorprendida alejándose un par de pasos de su hermano-. ¡No dijiste que traías compañía!
            -Buenos días, Alice. Veo que te has levantado enérgica hoy –Domenico sonrió burlonamente.
            -Yo siempre tengo energía, hermanito –le guiñó un ojo, luego devolvió su atención a la tercera persona que contemplaba la escena con clara vergüenza en el rostro-. ¡Déjame adivinar! Tú eres Cassandra, ¿verdad? –la alegría nerviosa era palpable en su voz mientras hablaba, como si jugara a las adivinanzas.
            -Alice, cálmate o acabarás abrumándola –advirtió su hermano añadiendo después una mirada reprobatoria.
            -Eres un aburrido –se quejó ella, y a continuación se acercó a Cassandra-. Ignora al señorito soso, vamos adentro –añadió animada, agarrándola del brazo.
            Domenico se resignó, soltó un pesado suspiro y caminó tras ellas hacia el interior de la casa. Tan solo esperaba que la apabullante energía de su hermana no provocara una inmediata retirada por parte de Cassandra. Habían sido mucho el esfuerzo empleado para llevarla hasta allí y se negaba a dejar pasar cualquier cosa que provocara diez pasos hacia atrás cuando tan solo había conseguido un par hacia delante.
            -¿Mimmo, me escuchas? –su hermana lo zarandeó del brazo-. ¡Ya estás de nuevo en las nubes!
            Domenico enfocó su vista en Cassandra, que, a pesar de continuar nerviosa, había relajado su cuerpo y su expresión notablemente.
            -Lo siento –se disculpó mirando de nuevo a su hermana.
            -Decía que papá no estará en casa hasta mañana. Ha ido a recoger a los abuelos –repitió ella con fastidio.
            -¿Y mamá? –preguntó él.
            -Aquí mismo, cielo –una voz a su espalda le sorprendió-. Es increíble lo grande que está mi hombrecito –casi suspiró besando la mejilla de su hijo.
            -Sigues tratándonos como a niños –exclamó Alice poniendo los ojos en blanco.
            -Siempre seréis mis niños –replicó la mujer depositando un ligero beso en la frente de su hija-. ¿Y quién es esta encantadora joven, cariño? –preguntó con un deje de picardía mirando a Cassandra.
            -Mamá, su nombre es Cassandra, compañera de negocios y amiga mía –la presentó empujándola ligeramente hacia delante-. Cassandra, ella es mi madre, Apprile –añadió.
            -Encantada de conocerte, querida –exclamó alegremente, besándola ambas mejillas con entusiasmo.
            -El placer es mío –Cassandra tenía los nervios a flor de piel, pero la desinteresada y para nada forzada amabilidad de la familia de Domenico, provocaron que se relajara casi instantáneamente.
            -¡Basta de presentaciones y formalidades! –Alice parecía cada vez más emocionada por la situación-. Voy a acompañar a Cassandra a la habitación contigua a la mía. Será totalmente perfecta para ella.
            Cassandra se dejó arrastrar por la atolondrada hermana de Domenico hacia el piso de arriba. Las escaleras por las que subían eran amplias, de madera oscura y barandillas con detalles en hierro forjado, una verdadera obra de arte para un uso de lo más cotidiano. La planta superior era un largo pasillo con por lo menos una decena de puertas, algunas de ellas de doble hoja. Alice guio a Cassandra hacia las puertas situadas a la derecha de la escalera, indicándole rápidamente donde estaban los baños y las habitaciones principales, y abrió la última de ellas.
            -Y esta será tu habitación –informó la joven con una deslumbrante sonrisa en el rostro.
            Cassandra entró lentamente al cuarto, dejando la maleta a un lado y descolgando el bolso del hombro. La habitación a la que Alice le había llevado era espaciosa, de tonos anaranjados y rojizos que contrastaban con el color oscuro de la madera con la que estaban hechos los armarios, mesillas y demás mobiliario, con una mullida y enorme cama con un cobertor color melocotón y un dosel de un ligerísimo tejido del mismo tono que la colcha.
            -Muchas gracias –la inquietud e incomodidad de Cassandra desaparecían por instantes, y esbozó una sonrisa de sincera gratitud-, es una habitación preciosa.
            -La decoración es obra mía –dijo visiblemente orgullosa de su trabajo-. Los chicos querían convertirla en una “sala de hombres”, con una barra de bar para licores, sillones de cuero y mesa de billar. Todo demasiado lúgubre para mi gusto –rodó los ojos-. Pero en esta casa siempre ganan las mujeres, ya te darás cuenta de eso –añadió riéndose con la dulce risa de un niño pequeño.
            -Eres una estupenda decoradora, entonces –la alagó Cassandra.
            Alice le dedicó una deslumbrante sonrisa.
            -Tú y yo vamos a ser buenas amigas, ya verás –la joven era puro nervio y casi irradiaba energía y alegría.
            -Seguro –confirmó Cassandra sin pizca de sarcasmo.
            -Así que… entre Domenico y tú… -comenzó a decir Alice con cierta cautela.
            -¿Sí?
            -Es solo… -su voz era algo cortada, pero aun así segura-. Creo que le gustas a mi hermano –dijo al final sin rodeos.
            -Oh –Cassandra se quedo muda.
            -Es demasiado tonto y orgulloso para reconocerlo, pero estoy segurísima de que le gustas. De todos modos, ¿a quién no le gustarías? Mi madre casi no te conoce y estoy convencida de que ya te adora.
            Cassandra no sabía como responder ante la incontrolable sinceridad de la chica.
            -Son solo negocios –consiguió decir al fin.
            -¿Negocios? –rio Alice-. Mimmo ni siquiera ha traído a casa a un amigo desde que era adolescente, mucho menos a socios de negocios. Hay mucho más que negocios entre mi hermano y tú y estoy…
            -Alice –interrumpió Cassandra-. Te agradecería poder quedarme sola un momento, debería deshacer la maleta… y…
            -Claro –sonrió la joven-. Lo siento, te daré tu espacio.
            -Gracias.
            -Mi habitación está justo al lado, por si me necesitas. Baja al salón cuando estés lista –añadió dándole un ligero apretón en el brazo, para después salir de la habitación cerrando la puerta tras de sí.
            Cassandra se quedó de pie, sola, en la cálida estancia. ¿Gustarle a Domenico? Tan solo hacía un par de días que se conocían, eso era totalmente imposible. Estaba de acuerdo con que la situación en la que estaban era terriblemente extraña, y ni ella comprendía por qué había aceptado viajar con él e instalarse en la casa de sus padres. Fuera lo que fuera, los sentimientos no estaba implicados, por supuesto que no. Ni si quiera estaba segura de si podía incluirse su relación en la categoría de amistad, mucho menos en la de amantes. Domenico solo era un golpe de suerte que le permitiría tomarse unas pequeñas vacaciones y conocer nuevos lugares, nada más.
Pero esos pensamientos le parecían tan faltos de convicción que soltó un bufido y se dejó caer en la cama escondiendo la cara entre sus manos.

Ya tenéis la primera parte del capítulo 8!! Me parece sosa, voy a ser sincera, pero es que si no ocurre esto lo que tiene que venir después no podría pasar, así que.. jaja La segunda parte trataré de subirla dentro de poco, que tengo las ideas recientes y puede que algo más de tiempo para escribirlas.
Un beso!!!!

jueves, 4 de octubre de 2012

Premios

A ver, sé que estoy como super atrasada en los premios que me han dado, ni siquiera se si me dejo alguno de los que debería poner o qué, pero los he ido dejando y ya no sé ni los que me han dado o me han dejado de dar. Así que si alguien recuerda haberme dado uno que no haya subido, pues que me lo comente y actualizo la entrada. (Sí, soy un poco desastre, pero he estado ocupada).

EMPECEMOS!



Este premio me lo dio Kashmir y trae unas preguntitas ;)

1. ¿A qué le tienes miedo?

A ver, yo diferencio entre el miedo tipo fobia, ahí tenemos a mis para-nada-queridos bichos saltarines que me ponen de los nervios xD y el miedo tipo... no sé, miedo. Que no sabría que decir, tengo miedo un poco al futuro, por como están las cosas y cómo voy a conseguir vivir y demás cuando me independice del todo.

2. ¿Estudias, trabajas, o ambas? ¿En qué?

Estudio el Grado en Biología en la UCM (Universidad Cumplutense de Madrid) y no trabajo (aunque no me vendría mal encontar alguna cosilla).

3. ¿Por qué a medio mundo le gusta My Little Pony de una forma tan irracional?

Mmmm.. pues eso son noticias nuevas, porque a mí... pues como que no.

4. ¿Cuál es tu libro favorito?

(En serio, ¿por qué se empeña todo el mundo en esta pregunta?) No tengo libro favorito, ni creo que lo vaya a tener jamás, hay demasiados libros buenos como para encasillarte en uno.

5. ¿Cuál es tu libro odiado?

A ver, tanto como odiar... pues no, simplemente hay libros que no son tanto de mi gusto, y que, sin ninguna duda, no volvería a leer. Pero vamos, que odiarlos no los odio.

6. ¿Qué tipo de música te gusta?

Llevo ya un buen rato pensando la repuesta y no encuentro ninguna. Podría decir que música no me gusta, pero en sí no me gustan estilos musicales concretos, me gusta la variedad y de un mismo estilo a un cantante lo adoro y a otro casi lo odio, así que no sabría qué responder exactamente. Por decir algo, pues así cantantes o grupos específicos: Lana del Rey, El Mago de Oz, Coldplay, Melendi, Secondhand Serenade... (No siguen ningún estilo concreto, simplemente me gustan y punto).

7. Si tuvieras la oportunidad de conocer a cualquier autor (vivo o muerto) ¿quién sería?

Carlos Ruiz Zafón y JK Rowling, así actuales. Y hay dos autores antiguos que adoro, Pablo Neruda y Antonio Machado.

8. Si pudieras formas parte e un libro, ¿cuál sería?

Esto va de preguntas con respuesta difícil ¿eh? 
Es que no tengo ni la más mínima idea. En prácticamente todos los libros que leo me encantaría vivirlo ya fuera como protagonista o como un personaje un poco más secundario. Pero por decir así alguno... (que difícil se me está haciendo esto)... pues Love by numbers, por ejemplo. Es que me encantaría haber vivido esa época, en serio lo digo *-* No es que esos libros sean mis favoritos, pero sí de las historias más bonitas. Hay libros que me gustan bastante más pero son historias que leídas pues genial, pero vivirlas me parecería demasiado duro.

9. ¿Qué piensas de Café de tinta y galletas literarias?

Es un blog que conozco desde hace poco, así que mucha opinión no puedo tener, pero tiene buena pinta, la verdad.

10. ¿Cuál ha sido la situación más bochornosa por la que has pasado?

Creo que mi cerebro ha eliminado ese momento, porque mira que pienso y no encuentro nada que sea supermegaavergonzante. Recientemente lo más así "bochornoso" que me ha pasado es que iba en el metro, apoyada en una de las puertas, embobada mirando a un chico suuuuuuuuuuper guapo, y tonta de mí, no me di cuenta de que la puerta se fue a abrir y casi me caigo fuera del vagón. El chico no se rió, pero estoy segura de que por dentro moría de la risa. Yo misma me eché a reír de la vergüenza jaja

11. ¿Cuál es tu helado favorito?

No he decidido exactamente cual es, estoy entre el de turrón y el stracciatella.



Este me lo ha dado Caami :D

REGLAS:

-Nombra a quien te ha nominado.
-Di tres verdades y tes mentiras.

Verdades:

-Hablo mucho, mucho, mucho jaja
-Mi mejor amiga de toda y para toda la vida es Miriam (sí, tiene blog, pero está prácticamente vacío, porque es doña olvidadiza, despistada y sin tiempo y ni empezó a subir nada interesante jaja)
-Soy bastante exigente en cuanto a chicos (Culpo a los libros, que me causan muchas expectativas xD)

Mentiras:

-Odio leer.
-Me creo guapísima.
-No soy propensa a los resfriados (jaja Esto me hace gracia porque ahora mismo tengo un catarro TREMENDO).

Me siento mal, pero es que no sabría a quien nominar!!!
Mis bloggeras favoritas son sin duda mis fieles seguidoras: Kashmir, Caami, Virialt.., y algunos blogggers más que me gustan, pero no tengo tiempo para pensar y nominar.

Pues eso, que se me está quedando sin batería el portátil y tengo cosas que hacer.

BESOS!!!♥

lunes, 1 de octubre de 2012

El club de los corazones muertos


Siempre supe que me tocaría perder en este loco vaivén de sentimientos en el que estábamos. Siempre supe que el corazón que se quebraría como una rama en una tarde de viento sería el mío. Simplemente, siempre supe que no eras para mí. Sentarse en un rincón abrazándose las piernas esperando a que la oscuridad se cebe contigo nunca fue la solución, siempre lo supiste, siempre lo dijiste. Las palabras se las lleva el viento, pero su recuerdo y el efecto que causan en otros permanece latente siempre, incluso cuando las creemos olvidadas. La desolación y desesperación son las peores drogas para los sentimientos, porque te arrastran, te niegan tu propia fuerza y te lleva con ellas, porque siempre fue y será más fácil dejarse llevar que levantarse y plantar batalla. Y todo eso lo aprendí a base de decepciones, de lágrimas derramadas y de palabras que no te dije muertas en mis labios por el miedo a perderte. Y te perdí, era de esperar. Tu sonrisa y tus chispeantes ojos azules cautivan a cualquiera que se demore más de un segundo en mirar tu rostro, la suave cascada de color indefinido que es tu cabello llama la atención con su hipnótico bamboleo y tu cuerpo… es pura perdición para cualquier hombre. Eres enamoradiza, alocada y sensual, cualquiera lo sabría. Amas con fuerza, con pasión arrolladora, pero tu corazón no fue hecho para tener dueño. Dejas una estela de corazones rotos a tu paso, corazones cuyos dueños recogen los pedazos y tratan de componerlos aprentándolos con fuerza, con los ojos cerrados, mientras lágrimas de impotencia resbalan por sus mejillas.
Pero, en el fondo, cada uno de nosotros lo sabía. Nadie puede mantenerte atada, nadie habría sido capaz de conservarte al mismo tiempo a ti y a tu dulce sonrisa. Los potros salvajes no pueden ser domados sin destruir su felicidad, pues el sabor de la libertad es el más fresco y dulce de todos e imposible de querer soltar una vez se ha probado.
Sabía lo que ocurriría, todos lo sabíamos. Fue la necesidad de tu presencia lo que abrasó nuestro corazón. Pero, después de todo, fue más bien culpa mía, culpa de todo el que se enamoró de ti, porque nunca se pactaron flores y corazones en ese extraño juego al que te gusta jugar, nunca se prometió un “para siempre”. Tú no te llevaste mi corazón, sino que él me abandonó por voluntad propia, queriendo seguirte hasta el fin del mundo, dejando tras de sí un cuerpo vacío y consumido por la desolación.
                ¡Qué ingenuo fui creyendo que yo sería ese “alguien” que conseguiría colmar tu corazón!, ¡que yo significaría el sencillo y lleno amor que degustarías con mayor placer que a esa libertad tuya! Pero, como era de esperar, no lo fui, ni nadie lo es. Y, mientras el tiempo pasa y los corazones que quedan a tus espaldas pretenden parecer sanados, este improvisado club formado por hombres que han perdido su corazón a tu causa va creciendo sin pausa, lento pero constante. Tú, la seducción en persona de la que nunca supimos ni sabremos nombre, vives del capricho y del placer, del amor fugaz y momentáneo. Cualquiera que prueba tus labios queda prendado de ti. Los sentimientos giran a tu alrededor, moviéndose a tu gusto, creando falsas ilusiones y esperanzas sin final feliz.
Siempre has sido y serás reina y soberana de los corazones y la lujuria, siempre conseguirás seducir con solo una mirada. Y si el infortunio se atreviera a enfrentarse a ti, haciéndote caer en las mismas redes de perdición de amor que dejas tejidas a tu paso, el amor perdería su razón de ser, el deseo decaería en simple vorágine de dolor, moriría el sentir. Y es que tú, bella, caprichosa e irresistible Afrodita de cualquiera de este desafortunado club, exhalas el sentimiento y la pasión en tus suspiros. Si tu libertad muere, mueres tú con ella, y maldito el que consiga semejante cometido. Maldito porque se perderá por su culpa el amor, pero también maldito por no ser él yo.


Buenas blogger@s!!!!
Vale, sé que está mal que la propia escritora lo diga, pero me encanta este texto. Aclaremos que no es mitológico, osea, menciono a Afrodita, pero como estandarte de belleza y de mujer sensual y todo eso, no como a la propia diosa ;P Lo empecé a escibir hace un par de días por la noche, y ayer ya estaba pero pensé mejor dejarlo para hoy, así dentro de un par de días subo capi y el blog tiene actividad ;D
Habréis visto el gadget nuevo que puse en la barra lateral (si no, pues ya os informo de que ahí está xD). Pues, como su nombre indica, es el rinconcito donde iré poniendo toda la información que creo que debáis saber: cómo avanza la historia, si tengo pensado subir algo, si estaré unos días ausente por lo de la uni y tal... Todo eso jaja
Pues poco más que decir, lo que tenéis que saber sobre BR ya está escrito en la barra lateral, así que esto es todo.
Un beso!!!!♥