Bloggeros y bloggeras, aquí os dejo el relato mitológico que tenía pendiente. Como no estaba muy específico qué me pedía Kashmir exactamente, he pensado que incluir a los doce dioses principales (Los Olímpicos: Zeus, Hera, Hades, Poseidón, Artemisa, Apolo, Hermes, Ares, Atenea, Dioniso, Afrodita y Hefesto) en una Asamblea en el Olimpo daría una perspectiva un poco general de cómo son y las relaciones que tienen. Pues nada, espero que os guste y que haya conseguido plasmar lo que quería.
Saludos :)
Asamblea en el Olimpo
El ajetreado sonido de algo muy parecido a una fiesta
repiqueteaba en las paredes de aquel enorme salón que parecía hecho de cristal.
Enormes y lujosas columnas talladas en mármol se repartían por todo el
perímetro de la estancia, dejando en el centro un gran espacio donde estaban
situados una docena de hermosos tronos hechos de madera, flores, joyas, plata y
otros muchos y diferentes materiales, en los que nadie estaba sentado.
-¡Silencio! –la impetuosa voz de Zeus dejó tras de sí un
silencio sepulcral en la sala-. Esto no es una fiesta en la que corre la
ambrosía y hablamos de trivialidades, se trata de una Asamblea, y hemos de
tratar temas de importancia.
El dios entró por la majestuosa puerta de madera bañada
en oro que se encontraba tras su propio trono, en el que, tras unos instantes
de tensión durante los cuales Zeus caminaba y nadie emitía sonido alguno, se
dejó caer con la elegancia propia de los dioses. Aún en silencio, el resto de
los presentes observaban a Zeus con cierto recelo en la mirada, ¿a qué dios no
le ofendía el ser silenciado? Finalmente, Hera aclaró su garganta y habló:
-Comencemos
con la Asamblea pues –dijo mientras tomaba asiento e indicaba al resto con un
leve movimiento de cabeza que hicieran lo mismo.
Una vez
todos se hubieron sentado, Dioniso chasqueó los dedos, apareciendo un instante
después 6 bellas ninfas vestidas con largas túnicas rosadas de una muy ligera
tela que rápidamente entregaron copas de vio y ambrosía a todos los dioses.
Cuando estas salieron de la sala Apolo dio dos rápidas y secas palmadas que dieron
comienzo a una suave música procedente de ninguna parte en concreto, que
establecía una reconfortante calma en el salón pero permitía sin problema
alguna la conversación.
-Está
bien –comenzó Zeus-, todos sabemos cual es el primer punto a tratar. ¿Hera? –el
dios dio entrada a su esposa con un leve asentimiento de cabeza.
-Dioses
–Hera dio comienzo a su discurso a la par que se ponía en pie-, como todos
sabéis, los Gigantes han despertado, y nuestro hogar está en peligro. No se
detendrán hasta haber arrasado el Olimpo y no temen nada, pues nada que perder
tienen. Nuestra única esperanza es combatir hasta el último aliento, convocar a
todos los dioses, ninfas y seres que puedan luchar por nuestra causa, antes de
que los Gigantes destruyan todo lo que tenemos. Jamás perdonaremos a Gea su
afrenta hacia nosotros y, si vencimos a los Titanes, seremos capaces de
enfrentarnos a todo.
Cuando
Hera finalizó su pequeño discurso los dioses estallaron en vítores y aplausos,
exceptuando a Zeus, quien tomó lugar junto a su esposa y alzó la mano para
acallar los gritos.
-Mi
esposa está en lo cierto –admitió el dios-. Vencimos a los Titanes y venceremos
a los Gigantes cueste lo que cueste.
-Pero
padre –dijo Atenea repentinamente-, el oráculo anunció que los Gigantes no
pueden morir a manos de un dios –su voz sonaba firme pero tenía un deje de
preocupación.
-¿Entonces
quién podría acabar con sus vidas? –preguntó Poseidón con sorna-. ¿Acaso creéis
que los mortales pueden vencerles? Ni aunque fuera un solo Gigante podrían
matarlo, y menos sabiendo que los Gigantes tienen el apoyo de Gea.
-Maldita
Gea –espetó con furia Ares.
-Sí,
maldita ella y maldito ese brebaje que creó –añadió Hades con el rostro
ensombrecido-. Si los Gigantes lo encuentran será imposible del todo vencerlos
–dijo casi gritando.
-¿Brebaje?
–preguntaron Afrodita y Hefesto a la vez, hecho por el cual se miraron con odio
y recelo. El resto de dioses los miraron y reinó el silencio.
-¡Basta!
–gritó Zeus enojado-. Vosotros dos –señaló a Hefesto y Afrodita-, no comencéis
una guerra sobre engaños en este momento. Dejad las infidelidades en el pasado.
-Él es
el que más sabe sobre ello sin duda –susurró Artemisa con humor al oído de su
hermano Apolo.
-¡Artemisa!
–la reprendió este, a lo que ella respondió rodando los ojos y encogiéndose de
hombros.
-He
dicho basta –repitió Zeus enviando una mirada de advertencia a la diosa-. He
puesto fin al problema del brebaje. Nada puede hacer inmortales a los Gigantes
ahora –aclaró con más calma en su voz.
-¿Cómo?
–dijo Hermes, quien hasta entonces había permanecido en silencio.
-Con la
ayuda de Helios, Selene y Eos –contestó Zeus-. Ya solo necesitamos encontrar un
mortal capaz de derrotar a los Gigantes, y deprisa, antes de que consigan
llegar al Olimpo.
-¿Un
mortal? ¿Te has vuelto loco? Ningún mortal tiene la fuerza necesaria para
enfrentarse a ellos –dijo Ares sonando enojado.
-Ni la
fuerza ni el valor –añadió Atenea.
-Cierto,
un simple mortal no vencerá a semejantes oponentes –admitió Poseidón-. Y los
Gigantes no pueden morir a manos de un dios –caviló en voz alta-. Pero nadie
dijo nada de un semidios –sentenció con una ligera sonrisa asomando entre sus
labios.
-Buen
pensamiento, hermano –asintió Hades.
-¿Un
semidios? –preguntó Afrodita con interés-. ¿Cómo quién?
-Nauplio,
Hipotoonte, Pelias y Neleo son hijos míos –dijo Poseidón-, y, por tanto
semidioses –sentenció con calma.
-Tienes
suerte de que Anfítrite no se encuentre en la sala o sufriría un desmayo
–bromeó Dioniso a sabiendas del débil y frágil carácter de la diosa.
-No
mentes a mi esposa –dijo Poseidón con un deje amenazante en su voz.
-No nos
desviemos del tema –interrumpió Atenea tratando de evitar un enfrentamiento-.
Tus hijos no son lo suficientemente fuertes –dijo sin malas intenciones mirando
a Poseidón.
-¿Entonces?
–preguntó Hermes con preocupación.
-Zeus
–dijo Hades como toda respuesta, por lo que todos excepto Hera dirigieron al mentado
miradas interrogantes.
-Heracles
–resolvió Hera aún sin levantar la vista y destilando un profundo odio en su
voz.
-Sí, él
podría vencer a los Gigantes –dijo Atenea.
-Y serás
tú quien le de aviso de lo que debe hacer –informó Zeus a la diosa-. Parte ya, hija.
Con premura.
-Como
desees –asintió ella, saliendo un instante después por la puerta.
Cuando
la puerta se cerró, el silencio reinaba en el salón. Los once dioses que allí
había permanecían sentados, con una mirada seria en el rostro mientras cavilaban
interiormente sobre la guerra que pronto tendrían encima.
-Solucionado
esto pues –Zeus rompió el silencio-, pasemos a temas de menor importancia.
-Claro –contestaron
a su vez los demás tomando posturas más cómodas en sus tronos.
-Tengo
entendido que tenemos a una ninfa transformada en osa por designio de nuestra
intrépida Artemisa –dejó caer Hades con una sonrisa pícara en su rostro,
sabiendo que sus palabras habían sido la llave para abrir la puerta a un nuevo
enfrentamiento.
-Cierto –dijo
Hera con una punzada de dolor y resentimiento en la voz-. Una desgracia para
otra de las amantes de mi esposo, como no.
Y tras
estas palabras se desató el caos. Pero nadie le dio mayor importancia. Siempre
surgían problemas cuando se mentaban a las amantes de Zeus y sus bastardos,
esto solo sería uno más a añadir a la larga lista de engaños del dios.
Es perfecto Ainhoa! (: Me gustó mucho, además de que Afrodita & Hefesto me los imagino de una manera muy divertida xD
ResponderEliminarSiempre me he preguntado cómo es que Hera puede soportar a Zeus D: Los dioses tienen cada lío amoroso x)
Muchas gracias por hacer este relato, te quedó muy bien!(:
Por cierto, ¿cada cuánto subes capítulo de Besos de Rubí? *_*
Que hermoso lo que escribís! Muchisimas gracias por estar siempre presente en mi blog, de verdad lo valoro un montón! Amé la canción de coldplay que sonaba mientras leia este tan lindo texto! Un besito linda! Nos leemos :D
ResponderEliminarHola... me pasé por aquí gracias al Blog de Kash :P! me gusto el escrito :'D me acuerdo que en la prepa me encargaron un trabajo de Mitología Griega! D: tuve que leerme un libro entero de todos ellos D: x'D hahaha y me interesó mucho toda su cultura C: creía que todo sería tan lindo como en la pelicula de Hercules hahaha! él que me caía mal era Zeus, siempre engañando a su esposa! y ella se dejaba e_é! es como que arrg! hahaha no me acuerdo mucho de los demás pero fue interesante aprender de aquellos temas :'D siempre se aprende algo c:
ResponderEliminarBien!, espero y puedas pasarte por mi blog, estoy publicando una novela, me encantaría que la leyeras, un critica, un cumplido, lo que sea, si después de leer deja de interesarte no importa (: :PP
Espero pronto una nueva entrada c: Un saludo.
Virialt-
Qué buen relato :D
ResponderEliminarEmmm, paso de este relato :))
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